sábado, 14 de enero de 2012

De Badajoz a Plasencia

Hola amigos:

Hace algo más de tres años mi vida era muy distinta a lo la que hoy tengo, tenía una pareja estable con la que llevaba 7 años de felicidad, vivía con mis padres en Badajoz a la espera de que él terminara sus estudios y pudieramos iniciar una vida juntos en Madrid, donde él podría continuar con el doctorado y su sueño de ser científico, trabajaba como teleoperadora de una entidad financiera filial de BBVA y era deportista, Campeona de Extremadura de Patinaje Artístico sobre ruedas preparándome el nacional con mi equipo.

De repente una mañana me llamaron por teléfono, era del Departamento de Recursos Humanos de la Universidad de Extremadura para ofrecerme un puesto en la biblioteca del Centro Universitario de Plasencia. Me preparé esa oposición sin demasiado interés y quedé en bolsa de empleo. La respuesta era evidente... SI ROTUNDO. Eran sólo seís meses pero para mi era la oportunidad de probarme como mujer independiente, responsable de mi misma, además de poder trabajar por fin dentro del campo sobre el que me había preparado durante mi carrera. Al principio intercalaba los fines de semana entre Madrid, para ver a mi chico, y Badajoz, para seguir entrenando. Pero lo que yo no sabía era que esos 6 meses se convertirían en el comienzo de una nueva vida.

Sin venir a cuento mi chico me dejó de repente y por teléfono, sin explicación y a un mes de irnos a vivir juntos... podreís imaginar que un par de meses después descubrí el verdadero motivo: otra chica; me retiré del deporte que había marcado mi estilo de vida desde los 10 años, pero era el momento de hacerlo por mucho que me costara; mi contrato pasó de laboral a una interinidad de funcionaria hasta la cobertura de la plaza que ha ocurrido este 31 diciembre que acaba de pasar. Por una parte me solté un poco la melena, siempre había tenido que estar controlando las salidas nocturnas, los horarios y la forma física... eso me vino bastante bien, pero durante un año y medio eso era lo único que tenía, estuve aguantando en una ciudad nueva, sola, la tortura que a veces puede ser el desamor, la traición, unido todo ello a un "supuesto" acoso laboral que no pude lograr demostrar... aunque si le eché un par, como se suele decir, e hice una denuncia interna referida a cuestiones de vacaciones e irregularidades que si que podía demostrar... Sin embargo, mi autoestima desapareció, mi día a día era cada vez más vacío y sin darme apenas cuenta caí en una depresión... con 26 años y toda la vida por delante, depresión... Ser consciente de lo que me pasaba me hacía sentirme aún peor, me consideraba a mi misma débil, frágil e inútil.

No obstante, esta nueva ciudad, pequeña, con un carácter muy curioso en sus gentes y en sus pueblos colindantes, me descubrió un nuevo camino, no sin ayuda terapéutica sin duda alguna, pero entre la antigüedad de estas calles he encontrado una nueva familia, una nueva forma de entender y disfrutar la vida, he recuperado la seguridad en mi misma entre los placentinos, introvertidos y cerrados, fiesteros y un poco... marihuaneros, jajajajajajajajaja, pero nobles y fieles.

Hoy puedo decir, que Plasencia es para mi una ciudad-pueblo donde las costumbres y la historia son muy importantes, donde la figura de la alcahueta no se ha perdido, donde la hospitalidad de los pueblos está latente, la cultura son las propias calles, tienen un amplio concepto del presente, carpe diem en su filosofía y amabilidad en su personalidad. Son algo egoístas, también es cierto, primero ellos y luego los demás, pero yo he encontrado aquí nuevas oportunidades, personas que sin conocerte de nada te abren el corazón y las puertas de su casa para recibirte y ayudarte.

Plasencia tiene el gran encanto de ser ciudad y de ser pueblo al mismo tiempo, tiene el encanto rural de sus calles céntricas empedradas, y tiene también carácter urbano, ciudad en pleno desarrollo y abierta a los cambios, ciudad que para mi representa un nuevo comienzo, un lugar donde he vuelto a nacer y a empezar, donde he sido bien recibida y acogida por todos, donde las dificultades no han faltado, pero siempre ha habido una mano abierta, tendida para levantarme y acompañarme.

Hoy os presento Plasencia, mi ciudad actual, donde vivo y disfruto de un después en mi camino. Espero que os guste.

Catedral y Acueducto de Plasencia (Cáceres)


Y para los que se hayan quedado algo preocupados, ya he superado la depresión, aún sigo terminando mi terapia a la que por voluntad propia fuí, actualmente vivo sola en un apartamentito en el centro, me siento agusto, segura de misma, he aprendido a ser menos perfeccionista y a flexibilizar mi forma de pensar, ahora conozco el gris entre el blanco y el negro, puedo decir que he logrado ser feliz individualmente y sin apegos, y que he aprendido a vivir el día a día, porque lo que tenemos es el presente y el cambio, constante en nuestra vida. Me siento muy orgullosa de mi misma y de los cambios que en los tres últimos años he logrado por mi esfuerzo y ganas de vivir, y tengo que agradecer enormemente a Javi, a Chris y a Jose, que han sido mis compañeros de piso durante esos tres años, la enorme paciencia y ayuda que me han prestado, porque sin ellos y sin su cariño no podría decir hoy que soy una gran persona; y a mis padres, maravillosos, siempre a mi lado, a los que les debo mucho más que la vida.

Un saludo para todos, y el que se encuentre en una situación complicada... sólo hay que luchar, y pedir ayuda sin miedo, porque todos en algún momento necesitamos de los demás.

3 comentarios:

  1. Hola que historia mas dura de autosuperacion personal!!me alegro que la ciudad y su forma de vida te hayan ayudado.Yo conoci esta ciudad tambien a traves de una relacion personal y comparto tu opinion sobre los habitantes de Plasencia sobre todo en cuanto a lo festeros madre mia yo cuando iba a la Feria no habia manera de aguantar que resisencia alcoholica!!¿bueno aprobaste definitivamente la oposicion?? eso si que es importante

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  2. No no, no la aprobé, de hecho desde el día 1 de este año estoy en paro... y tengo que decir, que a pesar de estos tiempos tan difíciles, estaba deseando que me echaran, jajajajaja... sólo por no volver a ver la cara de la tipeja que me lo ha hecho pasar tan mal. Ahora estudio el curso puente que hacemos todos, y además estudio Administración y Dirección de Empresas, por lo menos hasta junio estaremos así... luego... ya veremos, jeje, lo que la vida me depare.
    Me encanta tu comentario sobre las ferias de Plasencia, pero es cierto lo que dices... lo que más me sorprende es que, a pesar de lo que bebe la gente, nunca había estado en una fiestas en las que el buen rollo es el predominante, te chocas con la gente, hace mucho calor, no cabes en la calle... pero da igual, en otros sitios esas cosas serían motivo de disputa, aquí te dan pie a conocer gente nueva y muchas risas... son gente pacífica, son geniales, yo ya soy un poco placentina, jajajajja.

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  3. Muy valiente por contar tu historia y por seguir adelante con tanto humor y coraje.
    Un abrazo.

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