jueves, 19 de enero de 2012

Plasencia desde el corazón de una pacense

¿Qué tal amigos? Ya quedan muy poquitos días para que esta actividad se acabe, aunque yo me estoy planteando seriamente seguir con ella... todo se andará.

Hoy quiero contaros mi visión de Plasencia,  mi particular experiencia de sus costumbres y sus curiosidades.


El norte de Extremadura es quizás la zona más peculiar de nuestra región, donde verdaderamente se mezclan el carácter extremeño, normalmente abierto y despreocupado, con aires de cabezonería y un poco de orgullo, fiestero y divertido en su generalidad, con el carácter más castellano, algo más fríos, más introvertidos y muy nobles. Los placentinos son puramente mestizos de estos rasgos.
No olvidaré nunca mi primer año aquí, cada día aprendía una palabra nueva. Es curioso cómo todos hablamos castellano y, sin embargo, la cantidad de palabras que sólo se oyen en ciertas comarcas o regiones. Muy típico de esta tierra es el laísmo, así como anteponer un artículo a un posesivo: el mi niño, los mis pantalones. Los Placentinos llaman a Badajoz tierra de gitanos, entre otras cosas por nuestra forma de hablar, como ellos dicen, cantando, pero no son conscientes de que ellos tienen un canturreo en sus interrogaciones nada habitual para el resto. Una de sus expresiones típicas: ¿Pues y cómo ha sido? ¿Pues y eso? ¿Pues y por qué?Algunos abuelos siguen empleando frases más propias del castúo que del castellano actual. Pero la cantidad de vocabulario nuevo que he aprendido sorprende hasta el más viajero: calvotes, chaperón, calzonas, etc. Para mi, que soy te tierra llana, también me resultó curioso que no se diga derecha e izquierda normalmente para indicar un lugar, una dirección, se utiliza arriba y abajo, puesto que esto son todo cuestas y desniveles.

Badajoz es "la ciudad de ahí abajo", donde sólo se va si tienes algún mal, a visitar el Hospital Infanta Cristina. Para ellos es más amistoso Salamanca, ciudad para ir de compras, pues está a una hora, al igual que Cáceres; Plasencia se sitúa a medio camino entre ambas urbes, es una ciudad de paso.

El invierno es frío (al menos para mi) y muy lluvioso. Nunca había estado en una ciudad que pudiera estar gris durante dos meses enteros, al principio no sabía si había ido a Londres o al norte de Extremadura; el viento sopla con fuerza y siempre impide que el paragüas sea un instrumento útil en los días de lluvia. Aunque este frío tiene su encanto, salir a la ventana y ver las montañas nevadas a pocos kilómetros de distancia estando dentro del casco urbano hace que te olvides de sus desventajas. Aquí he visto nevar por primera vez, he disfrutado de ver toda una ciudad blanca, los tejados blancos, las carreteras blancas, un campo de fútbol de césped y el parque totalmente blancos... ¡Nunca había visto semejante belleza! Había ido a la nieve, pero cómo aquél que va a pasar un día de campo que subes a una montaña donde hay nieve y te tiras una y otra vez hasta que se te calan los pies y a resguardarse en el albergue más cercano, pero esto era distinto, era un día blanco... maravilloso.


El senderismo es una actividad muy prácticada por esta tierras, algo lógico por otra parte ya que el terreno y la generosidad de la naturaleza en estos parajes lo permite. Anualmente se celebra una ruta muy seguida que recibe el nombre de La Ruta de Carlos V por la que se conmemora el camino que realizó Carlos V hasta llegar al Monasterio de Yuste, muy cerca de Cuacos de Yuste y a unos 10 minutos en coche de Plasencia, en la comarca de La Vera.

La gastronomía es, sin duda alguna, digna de mención; el norte de Extremadura tiene una agricultura y una ganadería muy rica y de grandísima calidad. Es famoso el pimentón de la Vera, la cereza del Jerte, el aceite de Oliva de estas comarcas, los quesos, la miel y el polen de las Hurdes, la morcilla patatera, los ibéricos, etc. Se me hace la boca agua pensando en las patatas en escabeche. típicas en Semana Santa, las sopas canas, Torta del Casar derretida al horno con pimentón o el lagarto en salsa verde, calderetas de cabrito o cordero, un arroz con patatera... Y ya no hablamos de la respostería: buñuelos, prestiños, perrunillas...  Se me han venido a la cabeza las ricas migas extremeñas que comí en el restaurante El Español el otro día, un estupendo y barato restaurante en la misma Plaza Mayor. Debeís degustar los ricos manjares de esta tierra acompañados de un buen vino extremeño Ribera del Gudiana o Ribera del Duero... Habla del Silencio, un rico vino tinto, o un Primavera, un vino blanco que me gusta pedir para tapear.

(Adoro pasear por la Plaza Mayor los martes y los viernes para ver el mercado instalado en medio del casco histórico, es una visión rara de ver en una ciudad... y no hablamos de los productos extremeños que se venden, esos quesos y chorizos, esos bollos de arroz y dulces caseros... mmmmmm!!!)


Una costumbre muy placentina son las cañas; cuando alguien dice "vámonos de cañas" vas a salir de casa sobre la 1 o las 2 del mediodía y sabe Dios cuándo te vas a recoger. Y, por supuesto, en todo bar que se precie te sirven tu caña y tu tapa gratis de acompañamiento; si un bar en Plasencia no te sirve tapa con tu caña, una de dos, o estás sentado en la Plaza Mayor en la terraza donde normalmente no sirven tapa, o el bar es nuevo y morirá pronto. Lo malo de esta tradición es que es bastante peligrosa, porque si quieres comer tienes que pedir otra copa. Es más, cuándo estás en las fiestas de Plasencia, no sales de fiesta, sales a las cañas. En Plasencia es mejor incluso salir de cañas que salir de fiesta por la noche... aunque también tiene un ambiente distinto la noche placentina a la noche pacense, es más amistoso tal vez... no sé cómo describirlo, pero los amigos pacenses que han venido a verme lo han notado también.
La famosa calle de los Vinos celebrando las cañas de las Ferias de Plasencia (Junio, 2010)


La vida en Plasencia es curiosa, las costumbres son importantes, en las fiestas se implican todas las edades, los mayores son activos y joviales... es una ciudad en desarrollo donde lo nuevo y lo viejo se mezclan. La calidad de vida es evidente, aunque a veces, por ser una ciudad pequeña, algunos servicios se echan de menos, pero es cuestión de tiempo.

¡Plasencia, mi ciudad de acogida!

 Arriba, La Chopera, uno de mis rincones favoritos.
Abajo, el pantano de Gabriel y Galán, a unos 20-25 minutos de Plasencia,
una verdadera playa de interior




A Piornal el día de Jarramplas

Felicidades piornalegos, hoy es vuestro día grande. ¡Viva San Sebastián, Viva Jarramplas!

Piornal es el pueblo más alto de Extremadura, a 1.175 metros sobre el nivel del mar. Es un pueblo bastante curioso con carácter cerrado ante los forasteros; administrativamente pertenece a la comarca del Valle del Jerte, aunque, y no sólo por cuestiones de proximidad geográfica, existen no pocas opiniones que los sitúan más próximos a la Vera. Ellos se consideran a sí mismos en tierra de nadie, suelen decir a modo de protesta Piornal, ni del Valle ni de la Vera, "Piornal de la Sierra"

Debido a su altitud Piornal estaba habitualmente incomunicado, no era nunca paso frecuentado por viajeros. Su aislamiento permanente por continuas nevadas y la inexistencia de caminos y carreteras, que no llegaron hasta 1.927, preservó ciertos rasgos étnicos, lingüísticos y culturales que han hecho a Piornal un tanto diferente a las demás poblaciones del Valle del Jerte y de toda Extremadura en realidad.


Una de las características más destacadas de Piornal, que además es ineludible, es su habla, algo de lo que están sumamente orgullosos sus habitantes. Se puede hablar de este pueblo como un islote dialéctico, donde se mantiene el habla regional con las particularidades locales; es verdaderamente difícil entenderles, su etimología y vocablos son muy distintos a los del resto de los españoles. Por ejemplo: tendencia a cerrar las vocales "e" y "u" (intierro, lluvendu, chiminea), contraen grupos vocalicos con desapación de una consonante (adonde es ondi, pasado es pasá, azada es azá), hay cambios de vocales (principio es prencipiu), sustitución de la "z" o "c" suaves intervocálicas por "d" (cereda por cereza, juidio por juicio), etc. Corservan el dialecto medieval, en su caso de carácter mixto, de influencia castellano-leonesa por un lado y de la Extremadura media y baja por otro. Por supuesto tienen su propio diccionario. [Más sobre su habla - pinche aquí]

Pero sin duda alguna, su sello de identidad es Jarramplas, su fiesta más querida y sentida, sólo un piornalego puede entender realmente su significado, es más, un piornalego se vuelve más piornalego si cabe, se para el tiempo para ellos. Esta fiesta, con varios siglos de antigüedad, se celebra en los días 19 y 20 de enero, coincidiendo el día 20 con el santo San Sebastián. A pesar de celebrase en el día de este santo, no es un exponente claro en su origen, por otra parte desconocido. Se barajan varias teorías, desde mitológicas (las luchas y el castigo que infligió Hércules a Caco), hasta las ceremonias vistas por los primeros conquistadores de América entre los indios, o la más simple, en la que se habla del personaje como el típico ladrón de ganado que es sometido al castigo y las burlas de los convecinos. Cuenta la leyenda que el jarramplas robaba ganado y un día todos los vecinos de Piornal se vengaron de él tirándole vegetales.

Jarramplas es fiesta de Interés Turístico Regional y candidata a convertirse en uno de los diez tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.

Es un verdadero honor hacer de Jarramplas para un piornalego, hay una lista meticulosa del orden de los mayordomos y Jarramplas futuros, al menos hasta 2030. Jarramplas cubre su cuerpo con un traje multicolor, con infinidad de cintas, y una cruz simbólica en la espalda; lo más importante es la máscara, demoníaca, con grandes cuernos, nariz quevedesca y largas crines de caballo; la máscara es creación del Jarramplas de cada año. Es un verdadero ritual de meses de trabajo el que se sigue para preparar el traje, armadura, máscaras, tamboriles y cachiporres que llevará durante sus apariciones. Jarramplas, hace un recorrido por la calles de Piornal tocando un tamboril, mientras, los vecinos, en forma de castigo, lanzan contra su cuerpo multitud de nabos. La fiesta durará hasta que Jarramplas aguante, siendo la mayor duración motivo de orgullo para la persona encargada de dar vida a este personaje.



Las actividades se inician el día 19, después de unos esmerados meses de preparativos. A las doce de la mañana, Jarramplas saldrá por primera vez con todos sus atuendos. Es el momento en que cientos de ciudadanos lanzan sobre la casi dantesca fisonomía, una buena parte de los nabos recolectados por "los quintos". A las cuatro de la tarde Jarramplas deberá ir a la iglesia, donde los mayordomos tendrán que vestir al santo. Y a las doce de la noche, quizá el momento más entrañable de la fiesta, las alborás, cantos populares que se realizan por el tradicional recorrido del pueblo, en el que Jarramplas irá andando de espaldas.

Alborada de Jarramplas - Acetre (grupo de folklore extremeño de renombre)
"Sebastián valeroso hoy es tu día..."


Tras las alborás es la hora de las típicas migas, que se prolongarán hasta altas horas de la madrugada. Aún así el infatigable Jarramplas, a las 9 de la mañana del día 20, deberá cumplir con el trayecto del Regocijo.
Posteriormente, a las doce, tendrá lugar en la iglesia parroquial la Misa Mayor, con su procesión y peculiar Rosca, cantada por las mozas del pueblo y la subasta de las andas preceden a la salida de Jarramplas, la más aguardada por todos.
El magnífico colorido de su traje con miles de pingos  multicolores, la diabólica máscara, el son del tambor golpeado por las cachiporras, la lluvia de nabos y el viejo olmo centenario a su lado, hacen imágenes magníficas difíciles de olvidar y de describir.
Hasta la hora de la comida habrá momentos para entonar la ronda con los cantos de la zona, recorriendo el pueblo.


Jarramplas 2010 (Alejandro Gutierrez) Mañana 20 enero


Pero aún no ha terminado "el martirio" para Jarramplas. Por la tarde, saldrá para subir el santo al trono, posterior y última salida, finalizando con la entrega de la ropa al mayordomo entrante, con invitación de un lomo por parte de éste a los invitados.

miércoles, 18 de enero de 2012

La Catedral de Plasencia

La Catedral de Plasencia requiere un detenimiento especial. Plasencia tiene la gran suerte de contar con dos catedrales, dos edificios solapados arquitectónicamente pero separados en sus estilos y en el tiempo.



La Catedral Vieja, llamada de Santa María, de estilo románico fue construida en los s. XIII y XIV. Su portón románico, bajo el rosetón, deja paso al interior donde encontramos el altar mayor, la nave del evangelio de estilo barroco, la nave de la epístola y la Capilla de San Pablo, lo que antes era la Sala Capitular, destacando la cúpula bizantina. La Virgen con el niño en brazos data del s. XIII. La torre, de cuatro cuerpos, es la sillería y corresponde al período más moderno de la Catedral, del s. XIV, donde se muestra el gótico primario.


En el claustro, de forma rectángular, es donde se unen las dos Catedrales, fundiéndose los estilos románico y gótico. Allí encontramos la talla de la Virgen de Santa María La Blanca.


La Catedral Nueva comenzó su construcción en el año 1498 y en el s. XVIII aún seguía en obras quedando inacabada. Su exterior, con ventanales, portadas, medallones e imágenes repartidos en sus tres fachadas, dos ellas platerescas y una románica. El interior del templo es impresionante, consta de tres naves, la principal de 23 metros de altura, en la que se alza un retablo neoclásico con importantes esculturas y pinturas. Los retablos laterales son de estilo barroco.




La Reja del Coro es plateresca coronada por una imagen de la Santísima Virgen y alberga en su interior una expléndida Sillería del Coro, hecha de nogal, de estilo gótico flamígero, que antaño se encontraba en la Catedral Vieja. Y, por último, su órgano, plateresco transición al barroco, con magníficas escultura y relieves que sobresalen a la vista de quién los observa.








Existe en la catedral un museo que contiene obras artísticas de orfebrería, bordados y libros, cuadros, etc.




Catedral de Plasencia

sábado, 14 de enero de 2012

De Badajoz a Plasencia

Hola amigos:

Hace algo más de tres años mi vida era muy distinta a lo la que hoy tengo, tenía una pareja estable con la que llevaba 7 años de felicidad, vivía con mis padres en Badajoz a la espera de que él terminara sus estudios y pudieramos iniciar una vida juntos en Madrid, donde él podría continuar con el doctorado y su sueño de ser científico, trabajaba como teleoperadora de una entidad financiera filial de BBVA y era deportista, Campeona de Extremadura de Patinaje Artístico sobre ruedas preparándome el nacional con mi equipo.

De repente una mañana me llamaron por teléfono, era del Departamento de Recursos Humanos de la Universidad de Extremadura para ofrecerme un puesto en la biblioteca del Centro Universitario de Plasencia. Me preparé esa oposición sin demasiado interés y quedé en bolsa de empleo. La respuesta era evidente... SI ROTUNDO. Eran sólo seís meses pero para mi era la oportunidad de probarme como mujer independiente, responsable de mi misma, además de poder trabajar por fin dentro del campo sobre el que me había preparado durante mi carrera. Al principio intercalaba los fines de semana entre Madrid, para ver a mi chico, y Badajoz, para seguir entrenando. Pero lo que yo no sabía era que esos 6 meses se convertirían en el comienzo de una nueva vida.

Sin venir a cuento mi chico me dejó de repente y por teléfono, sin explicación y a un mes de irnos a vivir juntos... podreís imaginar que un par de meses después descubrí el verdadero motivo: otra chica; me retiré del deporte que había marcado mi estilo de vida desde los 10 años, pero era el momento de hacerlo por mucho que me costara; mi contrato pasó de laboral a una interinidad de funcionaria hasta la cobertura de la plaza que ha ocurrido este 31 diciembre que acaba de pasar. Por una parte me solté un poco la melena, siempre había tenido que estar controlando las salidas nocturnas, los horarios y la forma física... eso me vino bastante bien, pero durante un año y medio eso era lo único que tenía, estuve aguantando en una ciudad nueva, sola, la tortura que a veces puede ser el desamor, la traición, unido todo ello a un "supuesto" acoso laboral que no pude lograr demostrar... aunque si le eché un par, como se suele decir, e hice una denuncia interna referida a cuestiones de vacaciones e irregularidades que si que podía demostrar... Sin embargo, mi autoestima desapareció, mi día a día era cada vez más vacío y sin darme apenas cuenta caí en una depresión... con 26 años y toda la vida por delante, depresión... Ser consciente de lo que me pasaba me hacía sentirme aún peor, me consideraba a mi misma débil, frágil e inútil.

No obstante, esta nueva ciudad, pequeña, con un carácter muy curioso en sus gentes y en sus pueblos colindantes, me descubrió un nuevo camino, no sin ayuda terapéutica sin duda alguna, pero entre la antigüedad de estas calles he encontrado una nueva familia, una nueva forma de entender y disfrutar la vida, he recuperado la seguridad en mi misma entre los placentinos, introvertidos y cerrados, fiesteros y un poco... marihuaneros, jajajajajajajajaja, pero nobles y fieles.

Hoy puedo decir, que Plasencia es para mi una ciudad-pueblo donde las costumbres y la historia son muy importantes, donde la figura de la alcahueta no se ha perdido, donde la hospitalidad de los pueblos está latente, la cultura son las propias calles, tienen un amplio concepto del presente, carpe diem en su filosofía y amabilidad en su personalidad. Son algo egoístas, también es cierto, primero ellos y luego los demás, pero yo he encontrado aquí nuevas oportunidades, personas que sin conocerte de nada te abren el corazón y las puertas de su casa para recibirte y ayudarte.

Plasencia tiene el gran encanto de ser ciudad y de ser pueblo al mismo tiempo, tiene el encanto rural de sus calles céntricas empedradas, y tiene también carácter urbano, ciudad en pleno desarrollo y abierta a los cambios, ciudad que para mi representa un nuevo comienzo, un lugar donde he vuelto a nacer y a empezar, donde he sido bien recibida y acogida por todos, donde las dificultades no han faltado, pero siempre ha habido una mano abierta, tendida para levantarme y acompañarme.

Hoy os presento Plasencia, mi ciudad actual, donde vivo y disfruto de un después en mi camino. Espero que os guste.

Catedral y Acueducto de Plasencia (Cáceres)


Y para los que se hayan quedado algo preocupados, ya he superado la depresión, aún sigo terminando mi terapia a la que por voluntad propia fuí, actualmente vivo sola en un apartamentito en el centro, me siento agusto, segura de misma, he aprendido a ser menos perfeccionista y a flexibilizar mi forma de pensar, ahora conozco el gris entre el blanco y el negro, puedo decir que he logrado ser feliz individualmente y sin apegos, y que he aprendido a vivir el día a día, porque lo que tenemos es el presente y el cambio, constante en nuestra vida. Me siento muy orgullosa de mi misma y de los cambios que en los tres últimos años he logrado por mi esfuerzo y ganas de vivir, y tengo que agradecer enormemente a Javi, a Chris y a Jose, que han sido mis compañeros de piso durante esos tres años, la enorme paciencia y ayuda que me han prestado, porque sin ellos y sin su cariño no podría decir hoy que soy una gran persona; y a mis padres, maravillosos, siempre a mi lado, a los que les debo mucho más que la vida.

Un saludo para todos, y el que se encuentre en una situación complicada... sólo hay que luchar, y pedir ayuda sin miedo, porque todos en algún momento necesitamos de los demás.

jueves, 12 de enero de 2012

Badajoz: mucho que ver

He decido que este será el último post de Badajoz porque podría estar hablando de mi ciudad durante meses y aún así creo que siempre encontraría temas sobre los que desarrollar lo increíble que es mi tierra. Así que hoy lo dedico a todos aquellos que dicen que Badajoz es una ciudad muy fea y que no hay nada para ver. Aquí os doy unas pinceladas de la historia y los lugares de interés histórico-artístico de la ciudad de Badajoz, pero hay muchos más, porque Badajoz tiene mucha memoria escondida entre la riqueza de sus calles.

Paseo de San Francisco:
Construido en 1836 sobre las huertas del Convento de San Francisco. Su quiosco de música perteneciente a la arquitectura de hierro tiene un siglo de antigüedad. En 1928 se ubicaron en este paseo 8 bancos con azulejos representando escenas de América y han sido reconstruidos en 1996.


 La Giraldilla:



Parque de Castelar:

Parque de la Legión:


Casa Álvarez Buiza:
Construida entre 1918 y 1921, obra de Francisco Franco Pineda y Adel Pinna. De estilo regionalista andaluz con elementos modernistas. En el interior de la planta baja hay una pintura de Adelardo Covarsí que representa una alegoría del tiempo mezclando personajes mitológicos con relojes modernos.


Convento de las Madres Adoratrices:





Museo de Bellas Artes:
La curiosidad más destacada de este museo es que su propio continente es histórico, se sitúa en dos casas palaciegas del siglo XIX de gran valor artístico-histórico. En él se exponen obras de Luis de Morales, Goya, Felipe Checa, Adelardo Covarsí, Zurbarán, Picasso, Dalí, etc.

Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC):
Reúne colecciones de artistas españoles, portugueses e iberoamericanos. Inaugurado en 1995, el edificio está situado sobre el solar de la antigua Prisión Preventiva y Correccional de Badajoz, de la que pervive su edificio circular, que a su vez había sido construida a mediados de los años cincuenta sobre el recinto de un antiguo baluarte militar del siglo XVIII, conocido como el Fuerte de Pardaleras.

Museo de la ciudad Luis de Morales:
Imprescindible visita para comprender el presente y pasado de la ciudad de Badajoz. Este museo construido en la casa del pintor renacentista Luis de Morales desarrolla la historia de la capital desde sus orígenes.

Palacio Municipal:
Obra iniciada en 1852 y finalizada en 1856, excepto la instalación del reloj que se hizo en el 1886. Es un edificio sin lujos, pero destacan el Salón de Plenos decorado por el pintor Manuel Montesinos en 1856 que representó una iconografía de los valores históricos y culturales de la capital; y la Sala de Reuniones de grac valor pictórico también.
En las fiestas patronales de la ciudad celebradas en junio, con su día grande el 24, festividad de San Juan Bautista, se representa este edificio como puerta del ferial desde hace dos años.

Iglesia de San Agustín

Iglesia de Santo Domingo

Iglesia de la Concepción

Me gustaría seguir enseñándoos imágenes y sitios históricos, pero ya no puedo subir más fotos, jajajaja, así que creo que es el momento de parar aquí y enseñaros más cosas de Extremadura.

Antes de terminar quiero recomendaros que conozcaís la C/Sinforiano Madroñero, perteneciente al barrio de Valdepasillas, un barrio moderno que se ha conformado en las dos últimas décadas. En esta calle que os indico hay dos fuentes preciosas en dos rotondas de las cientos que habrá en Badajoz. En dicha calle se produjo el desfile militar de las fuerzas armadas españolas en 2010, con la visita de los reyes. Fruto de este acontecimiento fue regalada la bandera de España a la ciudad de Badajoz y ondea desde ese día en esta calle.

miércoles, 11 de enero de 2012

Badajoz: Monumentos

Estimados amigos, ayer os enseñé La Alcazaba y parte de sus maravillosos encantos; hoy os muestro tres de los monumentos más importantes de Badajoz: la Puerta de Palmas, la Plaza Alta y la Catedral.

Puerta de Palmas

Es un símbolo de la capital y de la identidad pacense. Construida en el s. XVI sobre las murallas medievales, consta de dos torres huecas de 16 metros de altura rematadas por almenas. La fachada exterior presenta dos arcos, el mayor decorado con casetones, y entre ambos el escudo imperial de Carlos I. La fachada interior tiene una capilla, obra de Gáspar Méndez, con una imagen de Ntra. Sra. de los Ángeles; también presenta decoraciones grutescas y clasicistas de la época.
Esta puerta ha cumplido diversas funciones según las épocas: punto de vigilancia, alojamiento de tropas, aduana, prisión, puesto de control, etc., por lo que el aspecto de su entorno a variado mucho con el paso de los siglos.



La Catedral de San Juan Bautista de Badajoz

Tras la conquista de la ciudad por los cristinanos en el año 1230, la antigua mezquita fue utilizada como la Catedral de Santa María del Castillo, pero dos años después de la conquista ya se planteó la necesidad de una nueva catedral, la cuál se inició en el s. XIII en otro emplazamiento situado en el Campo de San Juan (hoy la Plaza de España y barrio de San Juan), fuera de la alcazaba.

A mediados del s. XIII se iniciaron las obras que no finalizaron totalmente hasta el s. XVIII. Así se hizo la Catedral de Badajoz:

En este templo tuvo lugar el casamiento del rey Fernando VI, entonces Príncipe de Asturias, con la infanta portuguesa doña Bárbara de Braganza en 1729, que fue reina de España hasta su muerte en 1758.
Reportaje de la Catedral de Badajoz


La Plaza Alta


Esta plaza fue construida según se cree sobre las antiguas casas islámicas adosada a la muralla. Se inició una reforma de la misma en el s. XVII, de la cuál sólo se completó un tercio del plan previsto con un estilo claramente renacentista y una concepción de plaza abierta; esta es la parte que corresponde a las Casas Coloradas, el Arco de Toril y el Arco de Lorenzo. Sin embargo, el hecho de que no se concluyera la reforma nos ha dejado una plaza con diversos estilos y épocas puesto que se conservan partes mudéjares del s. XV, cómo las Antiguas Casas Consistoriales y su edificio anexo situados entre una torre albarrana y la Torre Abarlongada de la Alcazaba árabe, o el estilo decimonónico de parte de la fachada de la Concejalía de Ferias y Fiestas del Ayuntamiento de Badajoz; todo ello encuadrado en el ambiente arquitectónico árabe.
Para que podáis comprender un poco la grandísima riqueza de esta plaza os remito al siguiente enlace, donde podreís comprender las distintas fachadas y los diversos estilos que en ella se encuadran: Monumentos de Badajoz- La Plaza Alta.


No puedo olvidar hablaros del Edificio Metálico, hoy situado en el campus universitario de la Universidad de Extremadura en Badajoz, pero que fue el Mercado de Abastos desde el 17 de septiembre de 1989 y estaba situado en la Plaza Alta ocupándola casi en su totalidad. Tras quedarse en desuso se trasladó el edificio entero en 1975 a su emplazamiento actual donde sirve de salón de actos y edificio de usos múltiples. Este edificio pertenece a la corriente del s. XIX de arquitectura en hierro.
Arriba: Interior del mercado de abastos en los años 70
 Enlace relacionado con la historia del Edificio Metálico: 110 años de servicio a la ciudad- Hoy.es
Abajo: Edificio Metálico en el campus universitario de Badajoz en la actualidad